domingo, 12 de diciembre de 2010

FINAL 2010

Luego de 180 minutos de futbol se conoce el ganador. La Liga Deportiva Universitaria de Quito ha ganado su décima corona nacional, los jugadores saltan celebrando, los hinchas lloran y agradecen por la alegría, esperan ver su camiseta con diez estrellas escoltando el sello de la U. Otra sonrisa se dibuja en la cara de los hinchas ligados, su equipo ha ganado la final del Campeonato Ecuatoriano 2010 (más allá de merecerlo) y se preparan para una nueva aventura en la Copa Libertadores de América.

El otro lado de la moneda es el Emelec. Su fútbol lo hizo merecedor del primer lugar en la etapa inicial del torneo y de la tabla acumulada de puntos al finalizar todas las fechas programadas. La ilusión de la hinchada eléctrica era muy grande, su fidelidad merecía retribución. Es la segunda vez que Emelec deja escapar (o le arrebatan) el título desde su última corona en el 2002. Sampaoli, estratega azul, manejó bien la mayoría de veces al equipo y nunca se apresuró al momento de tomar decisiones importantes. La barriada azul se queda, una vez más, con las manos vacías mirando como otro equipo da la vuelta en el estadio Capwell.

La gloria no es imposible, el Emelec dejó de apretar después de conseguir el gol. Cristian Menéndez no gravitó en el partido, Joao Rojas pasó inadvertido durante sus minutos en la chancha, y el goleador del torneo, Jaime Ayoví, solamente fue el pase gol para Quiroz. Esos jugadores, llamados a marcar la diferencia, jugaron vacíos, parcos, como si se tratara de un partido más del torneo a pesar del apoyo incondicional de la hinchada que es con quien, los jugadores azules, están en deuda. No porque la Liga era el otro finalista todo estaba perdido. Emelec perdió la final ante un equipo común y corriente, “que no jugó a nada” en la segunda final.

Los goles no entran, sombras eléctricas corren desesperadas, ríos azules fluyen desde globos cristalinos hacia pampas enrojecidas por la espera de siete años, las mallas se calientan al rojo vivo aprehendidas por miles de manos, las gradas silenciosas aún se baten como gelatina, el césped llora su soporte, la camiseta azul se prepara sentada en la estación de la nada esperando el tren que la lleve de vuelta a casa, de vuelta a la gloria.

Alejandro Bedón

miércoles, 30 de junio de 2010

FORZA AZURRI???

¿En dónde quedaron las pinceladas sobre el lienzo verde, las caricias a la número cinco, las salidas extraordinarias de la defensa? Parece ser que todo termino en los zapatos de Alessandro Del Piero, en los tiros libres de Toti, en la frialdad de Paolo Maldini. Hace cuatro años Fabio Cannavaro fue elegido el mejor jugador del mundial y ahora tiene que consolar a sus compañeros por la pronta eliminación de los “tanos” del torneo con dos puntos solamente y dejando una impresión lamentable sobre el futbol italiano. Basta con reconocer que el equipo referente del balompié de la bota es el Internazzionale de Milano, el mismo que no cuenta con ningún jugador nacional en sus filas, en el que su bastión en el arco es Julio Cesar, en la defensa Javier Zanetti, en el medio campo Wesley Sneijder y su goleador Diego Milito; cada uno de ellos integrantes de la selección de su país que a propósito están todos en los cuartos de final del mundial.

La paupérrima actuación del país defensor de la corona es sinceramente reprochable, a los que nos gusta el futbol italiano nos ha dejado no con la boca abierta sino más bien con los jugos gástricos bailando a todo ritmo y deseando que la crisis del fútbol en la península itálica se supere pronto en honor al recuerdo de los que vistieron la azul y dejaron todo su talento impregnado en la misma como Roberto Baggio, Dino Zoff, Alessandro Nesta, Paolo Maldini entre otro más.

El fútbol es pasión, cuando ves al grande caer tus vello se erizan, no puedes creer lo que está sucediendo porque un chico está venciendo al campeón, pero éste se aferra a como dé lugar a su condición y vende cara su derrota, esto hace que tu pulso se acelere, las pupilas se dilaten, las glándulas sudoríparas trabajen a toda su capacidad; pero la última vez que vimos al campeón reinante en la cancha fue todo lo contrario.

La garra azzurri, no fue suficiente esta vez, ahora falto toque, carrera, gol. Faltó futbol; tampoco se necesita de un mago en la cancha para que arregle todo el partido. O ¿será acaso que en todas partes se cuecen las mismas habas? ¿Las divisiones formativas de los equipos no hacen bien su trabajo? No se refleja nada de la cantera de La Juventus, El Milán, el mismo Inter. Las generadoras de futbol italiano joven parecen estar apagadas, demacradas, o simple y llanamente acostumbradas.

ERRORES ARBITRALES


Para empezar con la primera publicación de este blog hemos decido presentar un tema, que por si solo, siempre genera discrepancias. En la cita máxima del fútbol en este año, el mundial en Sudáfrica, la cosa se puso peluda. Dos goles viciados de nulidad en los octavos de final; un balón que ingreso mas de 50cm. en el arco de Alemania que no fue validado y un gol en posición adelantada contra México, este si, subió al marcador (a cargo de Inglaterra y Argentina respectivamente), han provocado una campaña de desgarramiento de vestiduras e imploraciones en la prensa mundial, y lo que es peor, en la mediocre prensa futbolera nacional, capaz de utilizar el gentilicio dinamarqueses (termino obsoleto en la lengua española desde hace mucho tiempo), para referirse a los oriundos de Dinamarca, o decir que un equipo juega con tres en el fondo cuando en realidad lo hace con cuatro (descripción táctica que se refiere a la cantidad de jugadores dispuestos en la línea defensiva inmediatamente después del arquero), o peor aun que un partido es de pronostico reservado y cualquier cosa puede pasar.

Nada más fácil para los poco preparados y resentidos relatores y “comentologos” de fútbol, que acuden febrilmente a lugares comunes y desmerecen el trabajo de los árbitros en el mundial Sudáfrica 2010, trabajo este, respaldado por decenas de tomas de todos los ángulos y en todas las velocidades con congelamientos de las mismas. La tecnología al servicio de la injusticia. No se trata de defender lo indefendible, por las resistencias que generan los silbantes, se trata de ser justos con la actividad -después de la de los jugadores- mas humana del espectáculo futbolero.

Cerca de medio centenar de cámaras para las transmisiones televisivas de los partidos del mundial, una de ellas la CONDORCAM gemela de la Spidercam utilizada en espectáculos gringos y europeos que irrumpió en la mas reciente edición de la Champions League o Copa de Campeones Europeos. Creo que si Dios mira fútbol debe ser como lo que muestra esta cámara, la visión más perfecta de una jugada en progreso y desde las alturas. No dejemos de lado las ya famosas cámaras Phantom que llega a registrar decenas de miles de cuadros por segundo lo que permite ver las espectaculares imágenes en cámara lenta, tan recurrentes en los últimos mundiales de fútbol.

Resulta que los ojos de los árbitros de fútbol están incapacitados materialmente de ver como ven las cámaras dispuestas para un partido de fútbol, son –las cámaras- omnipresentes, no se les escapa ni el mas mínimo detalle -como dijera un presentador deportivo mexicano- lo desnudan todo. Los errores propios en el desempeño de cualquier actividad humana, se ven magnificados por los recursos televisivos que entran en juego en los partidos de fútbol. En mi juicio es posible que en este mundial haya desnudado falencias en la conducción de los partidos por parte de los jueces, tanto los centrales como los de línea, pero alguien se ha detenido a preguntar ¿Cual es la carga de tensión con las que ingresan, ellos, a la cancha, sabiéndose escrutados a cada segundo? El debate futbolístico reducido a los errores arbítrales y ruegos desmedidos para que, de una ves y por todas, la tecnología sirva completamente al fútbol. Mucho me temo que cuando esto por fin suceda, el fútbol dejara su naturaleza lúdica y se convertirá en un cabaret (solo espectáculo), los primeros pasos ya los han dado el Real Madrid y su mas cara contratación Cristiano Ronaldo, quien con su selección, no hizo nada, mas que posar para las cámaras sacando profundos suspiros a sus admiradoras y admiradores.